La mantequilla de trufa es una idea muy interesante ya que nos permite tener ese aroma intenso y concentrado en una grasa con la que podemos cocinar, utilizar para untar en tostas y canapés o incluso para hacer brioches o alguna otra receta de repostería... ¿te lo imaginas?
El procedimiento para hacer mantequilla de trufa es muy sencillo, basta dejar la mantequilla a temperatura ambiente durante dos horas, triturar la trufa a cuchillo hasta conseguir trocitos diminutos y mezclar ambos ingredientes con un tenerdor. Después bastará con poner la mezcla encima de un film de cocina y enrollarlo formando un cilindro.
Tras endurecer de nuevo la mantequilla al guardarla en la nevera, obtendremos un cilindro de mantequilla de trufa que podremos dosificar cómodamente cortando las "rodajas" que necesitemos para cada ocasión. Imagina una rodajita para aromatizar un rissoto... ¿Verdad que os han dado ganas de hacer esta mantequilla cuanto antes?