El Periódico Mediterraneo MIQUEL AGOST
Los expertos tildan de “muy mala” la campaña ya que la falta de humedad provoca la aparición de gusanos. La mala cosecha en la vecina Francia compensa a la de aquí y favorece que se paguen precios elevados
La campaña de la trufa en Els Ports está siendo “atípica”, cuando está cerca de llegar a su ecuador. La compraventa está dejando situaciones que hacía años que no se recordaban con escasez de producto y precios que están alcanzando hasta los 900 euros por kilo para la trufa de calidad. Las perspectivas para las próximas semanas no están demasiado claras, pero se tiende al pesimismo, teniendo en cuenta que la pasada campaña fue la más fructífera de la última década en la comarca.
“Hay cierta escasez en cuanto a calidad y en Francia hay poco género, por eso se está pagando tanto por la trufa más buena, los últimos años llegar a 400-500 euros por kilo ya era un balance bueno, pero, al mismo tiempo, la valoración hasta el momento es negativa”, explica el miembro del Consejo Regulador de la Trufa de Morella, Jorge Membrado.
“El tiempo anómalo está afectando mucho, estas circunstancias han desembocado en que la última fase de producción de la trufa haya empeorado bastante y el calor hace que aparezcan gusanos y los hongos se encuentren con agujeros, lo que supone que pierden la primera categoría”, remarca Membrado. Por ello, es tan difícil encontrar buen producto y esa falta de trufas ha disparado la cotización. Un cambio radical en la meteorología, según el morellano, podría dar un giro. Y es que falta humedad en el terreno.
En este sentido, el tiempo ha sido un enemigo en este primer tramo de la campaña. La meteorología registrada durante el año ha frenado la aparición de la trufa. Los expertos apuntan que las importantes precipitaciones de finales de marzo fueron “muy buenas”, pero no han estado acompañadas de lluvias más regulares. Noviembre y lo que llevamos de diciembre han sido meses muy secos y cálidos. “Pocas veces se ha visto un tiempo así y tan continuado sin una gota de agua y poder ir por esta zona en manga corta durante el día, esto perjudica claramente a la trufa”, subraya este experto.
El hongo necesita humedad y la situación actual no facilita el desarrollo del conocido como “diamante negro”. Donde más se están encontrando es en las umbrías, puntos en los que en primavera, tras las intensas lluvias, se mantuvo la humedad, y por ello están siendo más productivas. De todas formas, en la comarca de Els Ports la campaña está siendo “muy mala”, según Membrado.