Risotto de panceta ahumada,nueces i trufa negra
Gastronomia&Cia
Esta receta de risotto de panceta ahumada, nueces y trufa negra despertará el apetito de todos los que se acerquen a la cocina durante su elaboración, pero lo mejor será la degustación de un risotto con su cremosidad, con un toque de sabor ahumado, la textura de las nueces, el característico sabor de la trufa,.. cuando lleguen las primeras tuber melanosporum de esta temporada hay que prescindir de la pasta.
Cuando la despensa y el frigorífico no están en su mejor momento, suele suceder cuando se acerca el final de la semana en los hogares en los que se hace una compra semanal, no hay que prescindir de disfrutar de sabrosa comida casera, hay muchas recetas que se hacen con pocos ingredientes y que resultan verdaderas delicias, un ejemplo es este Risotto de panceta ahumada y nueces.
Es una combinación quizá poco habitual, pero está realmente rica, además, si disponéis de la pasta de trufa negra para terminar el plato, no habrá quien se resista a dejar el plato limpio. Este risotto de panceta, nueces y trufa negra atraerá a todos los que estén en casa cuando se sirva en la mesa. Toma nota de la receta, porque además de rico, es un arroz muy fácil de hacer.
Ingredientes (4 comensales)
½ cebolla blanca, 2 dientes de ajo, 350 gramos de arroz arborio, baldo o carnaroli, 150 gramos de vino blanco, 1’3 litros aprox. de caldo de pollo, 8 lonchas de panceta ahumada, 50 gramos de nueces peladas, 2 ramitas de tomillo, 80 gramos de queso parmesano, 20 gramos aprox. de pasta de trufa negra (cantidad al gusto, depende de la marca), c/n de aceite de oliva virgen extra,c/n de sal.
Elaboración
Pela la cebolla y pícala en brunoise, pela los dientes de ajo y pícalos bien finos. Corta las lonchas de panceta ahumada en tiras transversales no muy finas y trocea las nueces, no muy pequeñas. Pon el caldo a calentar en un cazo o en una jarra en el microondas.
Pon una cazuela para hacer el risotto a calentar con un poco de aceite de oliva virgen extra. Pocha la cebolla a fuego lento añadiendo una pizca de sal y cuando la cebolla esté tierna incorpora el ajo, rehoga un par de minutos y añade el arroz, sube el fuego y rehógalo hasta que cambie de color, entonces moja con el vino y deja evaporar.
Cuando el arroz esté casi seco empieza a incorporar el caldo que estará bien caliente cazo a cazo, es decir, vierte un poco de caldo, que cubra el arroz, y deja que cueza a fuego alegre (burbujeando suavemente) mientras vas moviendo con la cuchara de madera y haciendo que desprenda almidón para que quede un arroz cremoso. Añade también el tomillo deshojado y cada vez que el arroz quede seco añade más caldo, y así hasta terminarlo.
Mientras se hace el arroz, pon una sartén a calentar con la panceta y las nueces para tostarlos. Cuando incorpores el último cazo de caldo al arroz, añade también la panceta bien dorada, las nueces tostadas y la grasa que haya quedado en la sartén, añade también el queso parmesano rallado (si tenéis la corteza del queso la podéis añadir al empezar a añadir caldo para brindar más sabor al risotto) bien fino y mezcla bien. Justo antes de servir añade la pasta de trufa negra y vuelve a mezclar.
Emplatado
Sirve el risotto con panceta y nueces recién hecho, bien cremoso, no se puede dejar reposar para que no quede seco y pastoso. Termina con unas lascas de parmesano y ¡buen provecho!